A pesar de la prohibición mundial sobre el uso de redes de deriva presentada por Naciones Unidas en 1992, la utilización de esta forma de pesca ilegal sigue produciéndose en el mar Mediterráneo. http://link.brightcove.com/services/link/bcpid1388789837http://www.brightcove.com/channel.jsp?channel=717691041

 






Ballenas en el mar Mediterráneo - Parte 3     
    "Un negocio sucio - La pesca ilegal con redes de deriva"

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"Un negocio sucio: La pesca ilegal con redes de deriva” es el tercer programa de la serie de documentales "Ballenas en el mar Mediterráneo". En https://topdissertations.com/buy-a-personal-statement/ puede buy a personal statement que explora esta serie y brinda un análisis completo de su contenido.

A pesar de la prohibición mundial sobre el uso de redes de deriva presentada por Naciones Unidas en 1992, y la prohibición posterior en 2002 por parte de la Unión Europea, la utilización de esta forma de pesca ilegal sigue produciéndose en el mar Mediterráneo.

Las redes de deriva están prohibidas porque atrapan grandes cantidades de pesca no deseada, llamada capturas accidentales, lo que pone en peligro a las poblaciones de peces migratorios, a las tortugas marinas y los cetáceos.

Entrevistamos a Xavier Pastor, director de Oceana, una organización internacional de conservación marina. Pastor lidera un equipo de científicos, fotógrafos y video cámaras que documentan sistemáticamente el uso que se hace de las redes de deriva ilegales en el Mediterráneo. El hecho de que haya más de 500 rederos faenando ilegalmente en la región, preocupa a los investigadores y grupos conservacionistas, quienes temen que las especies marinas sitúen en peligro de extinción.
En este programa, analizamos esta forma de pesca ilegal y examinamos por qué sigue existiendo en la actualidad.

Narrado por Genevieve Johnson - earthOCEAN

Prohibida en 1992 por las Naciones Unidas.

Prohibida en 2002 por la Unión Europea.

Las redes de deriva se siguen utilizando en el mar Mediterráneo.

Nos encontramos a bordo del Oceana Ranger en Cerdeña, Italia, para buscar y documentar redes de deriva ilegales en el mar Mediterráneo. Aunque están totalmente prohibidas, las redes de deriva se siguen utilizando en algunos países, matando muchas especies migratorias, incluyendo cetáceos.

Una red de deriva es un gran muro flotante de malla, que se cala desde una embarcación. La red cuelga verticalmente desde la superficie hasta una profundidad de 30 metros. Pueden llegar a medir 20 kilómetros de longitud y permanecer a la deriva durante horas, o incluso días. Los pescadores que usan redes de deriva persiguen la captura de atunes y pez espada. Sin embargo, las redes de deriva capturan todo lo que queda atrapado en su malla: peces, tortugas marinas, tiburones y rayas, delfines e incluso ballenas.

Las redes de deriva están prohibidas porque capturan grandes cantidades de especies no deseadas, llamada captura accidental.

Hablamos con Amanda Nickson, del Programa Global de Especies de WWF en Roma.

Amanda Nickson - Subdirectora, Programa Global de Especies WWF. Roma, Italia.

"El término captura accidental se refiere a la situación que se da cuando un animal que no es el objetivo intencionado de una actividad pesquera es capturado por ese arte de pesca, por un anzuelo o cuando se queda enredado en un palangre o similar. Muchos animales mueren o quedan heridos cada año como consecuencia de la captura accidental de las pesquerías".

Los investigadores que hay a bordo del Oceana Ranger documentan sistemáticamente el uso que se hace de las redes de deriva ilegales en el Mediterráneo. El Ranger es un catamarán de 23 metros, tripulado por un equipo altruista de científicos marinos, fotógrafos y cámaras, y dirigido por un veterano conservacionista marino, Xavier Pastor.

Xavier Pastor - Director Ejecutivo, Oceana para Europa.

"Desde 2002 está prohibido el uso de redes de deriva. La legislación europea las prohíbe para la flota europea después de la moratoria anterior aprobada por Naciones Unidas (en 1992). El sector pesquero y los gobiernos son conscientes de que los italianos, los franceses y los marroquíes usan redes de deriva. El problema es que existe muy poca documentación al respecto, muy pocas pruebas y evidencias. Por esta razón, nos hemos hecho a la mar con el Ranger."

Oceana documenta los nombres y números de registro de las embarcaciones que llevan a cabo esta pesca ilegal. Filman y fotografían el calado y el arrastre de las redes, y recogen información sobre las capturas. A partir de ahí, se publican informes que se presentan a la Comisión Europea, a los gobiernos nacionales y a la prensa internacional, para demostrar que esta forma de pesca ilegal sigue practicándose a pesar de las numerosas prohibiciones.

Xavier Pastor -

"Esto obliga a organizaciones como Oceana a tener que hacer el trabajo que debería hacer el gobierno, como es documentar, hacer listas, filmar y dar información a los convenios internacionales. La falta de aplicación de medidas por parte del gobierno, es el motivo que explica que este problema siga existiendo."

Amanda Nickson -

"De nuevo, las redes de deriva, son muy poco selectivas porque son redes muy grandes y pueden capturar muchas especies. Eso también explica el que sean populares, porque pueden capturar muchas especies y las redes son relativamente baratas y fáciles de usar. Así que desde el punto de vista político, tiene que haber una fuerte voluntad y una estricta aplicación para que una prohibición de este tipo funcione, y supongo que lo que estamos viendo ahora mismo es que esos elementos necesarios todavía no se han dado."

A causa de las redes de deriva ilegales, así como a una gestión pesquera deficiente, las poblaciones de atún rojo y pez espada del Mediterráneo han caído un 90% aproximadamente.

Xavier Pastor -

"Es evidente que la población de pez espada está disminuyendo. Se puede ver en las capturas, en las reservas y en el tamaño de los ejemplares que se pescan. En el mercado y también en las filmaciones de rederos se puede comprobar que muchos de los peces espada que se capturan en la actualidad no han podido reproducirse."

Según Oceana, aproximadamente el 85% de los animales capturados por redes de deriva son capturas accidentales no deseadas y se lanzan de vuelta al mar, agonizantes o muertos. Entre ellos se encuentran especies en peligro crítico como la tortuga laúd. Esta forma de pesca ilegal e indiscriminada también amenaza a los cetáceos del Mediterráneo.

Amanda Nickson -

"La captura accidental es un problema global. Respecto a los cetáceos, calculamos que por lo menos 308 mil mueren cada año durante operaciones de pesca, lo que representa unos 1.000 al día o 1 cada dos minutos. Como se puede comprobar, el problema es considerable".

Según la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta forma de pesca mata cada año a miles de delfines en el Mediterráneo. Los enredos en las redes de deriva son también la causa principal del descenso de la población de cachalotes.

El mar Tirreno es un área notable por la captura accidental de cetáceos en redes de deriva ilegales. La investigadora Barbara Mussi estudia las poblaciones de cetáceos en Isquia, Italia. A menudo observa embarcaciones pesqueras que calan redes de deriva en la zona. Nos contó un incidente en el que una familia entera de cachalotes se quedó enredada en una red de deriva.

Barbara Mussi - Directora, Delphis MDC. Isquia, Italia.

"En 2004, cinco cachalotes se quedaron enredados en una red de deriva. Había dos adultos, dos ballenatos y una ballena joven. Tenían la cola completamente enredada en la red de deriva y un grupo especial de guardacostas buceadores los rescataron a todos. Estaban medio hundidos e iban hundiéndose lentamente, ya que la operación duró dos días. Todo el mundo habla sobre el problema de las redes de deriva, pero cuando ves al animal y la cantidad de red enredada en sus colas y cuerpos, es algo diferente, de gran importancia".

En los últimos treinta años, 229 cachalotes han quedado encallados en las costas de España, Francia e Italia, tras haberse enredado en estas redes. Es un número sobrecogedor para una población aislada que se cuenta por centenares.

Los pescadores italianos, franceses, marroquíes, turcos, tunecinos y argelinos tienen una flota combinada de redes de deriva de unas 500 embarcaciones. España puso en práctica la prohibición. Desafortunadamente, en lugar de destruir los artes de pesca, se los vendieron a los pescadores marroquíes, lo que ha hecho que esta forma de pesca ilegal se extienda.

Xavier Pastor -

"Muchos de los propietarios de las redes que faenaban en el mar de Alborán las vendieron a la flota marroquí en el norte de África. Otra razón por la cual esta flota prospera es porque las capturas que se obtienen se venden a Europa a través de España."

Según Oceana, sólo un 2% del total de pez espada capturado por la flota marroquí se consume en Marruecos. El 98% restante se exporta, y de este porcentaje, un 95% es destinado a empresas españolas, y a su vez tres cuartas parte de esa cantidad se vuelve a exportar a Italia.

Xavier Pastor -

"Así que la Unión Europea compra pescado que se pesca con un arte que está prohibido por la Unión Europea. Es una locura".

A causa de la elevada demanda de atún y pez espada, existen muchos incentivos para que esta pesquería ilegal siga adelante.

Xavier Pastor -

"El pez espada en muy popular en España e Italia, pero la gente no tiene ni idea de dónde procede. Van al mercado y lo compran y no saben si el arte usado es una red prohibida o una red sostenible. No conocen el estado de las reservas, sólo ven que el pez espada y el atún son cada vez más pequeños y más caros, pero sigue habiendo pescado en el mercado y lo compran. No hacen preguntas; por lo menos aquí."

Con tanto en juego, aumentan las tensiones en alta mar y el trabajo de Oceana gana notoriedad. En mayo de 2007, mientras se documentaban actividades ilegales en el Santuario Marino Pelagos, un grupo de rederos de deriva franceses atacó al Oceana Ranger y a su tripulación.

Xavier Pastor -

"Nos vimos rodeados por siete barcos, con varios pescadores muy agresivos que amenazaban con subir a bordo del Ranger y coger la película y las cámaras si no se las entregábamos."

Cuando llegaron los helicópteros de la marina francesa para detener la confrontación, los rederos de deriva abandonaron el lugar a gran velocidad.

Tras oír informaciones sobre rederos de deriva en puertos franceses, Chris y yo visitamos St. Rafael en el sur de Francia. Caminamos por los muelles y fotografiamos embarcaciones de redes de deriva que estaban amarradas al lado de un barco de guardacostas francés. Las redes ilegales estaban amontonadas en el suelo totalmente a la vista de todo el mundo. Nos preguntamos por qué se permite a esas embarcaciones seguir faenando.

Xavier Pastor -

"El motivo de que algunos países como Francia e Italia sigan usándolas (las redes de deriva) es porque han encontrado algunos vacíos legales en la prohibición. Los italianos simplemente cambiaron el nombre de la red de 'spadara' a 'ferretarra' y con esto pensaron que podían evadir la legislación.

Dicen que es una red costera, lo cual no es cierto, ya que pescan en aguas internacionales, a mil metros de profundidad; los franceses han optado por un enfoque más sofisticado.

Dicen que utilizan un ancla flotante en la red, que limita su movimiento para que no vaya a la deriva, y por lo tanto como no es una red de deriva, no está prohibida. Evidentemente, ese argumento es ridículo. En primer lugar, aunque usaran un ancla, la red sigue yendo a la deriva y tiene el mismo impacto. Pero además hemos podido documentar que ni siquiera utilizan esas anclas, que de todos modos no servirían para nada."

En un intento por solucionar el problema y alentar a los rederos de deriva a cambiarse a otras artes de pesca, la Unión Europea y el gobierno italiano otorgaron una subvención a la flota italiana de doscientos millones de euros en los últimos años. Sin embargo, la mayoría de los pescadores compraron más redes de deriva y siguieron pescando. Parece que la única manera de detener esta forma de pesca ilegal es aplicar las leyes que ya están vigentes. Xavier Pastor espera que la investigación y las imágenes recogidas por Oceana marquen la diferencia y sirvan para terminar con una forma de pesca ilegal y destructiva que se aprovecha del dicho 'ojos que no ven, corazón que no siente.'

Xavier Pastor -

"No vamos a parar hasta que acabemos con las redes de deriva porque son como una plaga y todo el mundo lo ha admitido: las Naciones Unidas, los gobiernos nacionales: todos. No se puede negar el daño que causan las redes de deriva y ahora disponemos de una legislación; sólo nos queda aplicarla, por lo que tenemos que presionar para que estas leyes se cumplan."

Ilustración - Embarcación y red de deriva.
La red puede calarse hasta 30 metros de profundidad y medir 10-20 kilómetros de largo.

Oceana: Protecting the World's Oceans Support WWF
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